viernes, 27 de enero de 2017

¡AL LADRÓN! - SAN SEBASTIÁN 2017

Después de mucho pensar sobre la mejor manera de iniciar esta entrada, con la responsable tarea de dignificar la que es la leyenda por excelencia de todo el altiplano granadino, no puedo más que abandonarme a la torpeza de no encontrar las palabras adecuadas que le rindan el merecido tributo del que merita por pleno derecho. Hablamos, por supuesto, de ¡El robo de San Sebastián!





Y como toda leyenda formidable, porta consigo una tradición que es el orgullo de todo canilero. Cada 20 de enero, cuando en el campanario de la Iglesia de Santa María y San Pedro tañen rabiosas sus campanas anunciando con estrépito las 17:00 horas, los  "hermanos viejos" brindan el Santo para aquellos que aspiren a "robarlo" se enzarcen en una lucha sin cuartel en la que, como en Los Inmortales de Russell Mulcahy, sólo puede quedar uno. Y para escépticos tengo que advertir que esto no es un teatro, ni fingimiento ni por menos una exageración: la pugna por elevar a lo más alto al santo se paga en no pocas ocasiones con sangre, pero siempre con sudor, golpes y laceraciones que recuerdan por semanas lo extenuante del macabro esfuerzo. 



Pese a lo evidente de la ventaja que supone exhibir un fuerte despliegue físico, es todavía más importante una buena estrategia y táctica, además de, por supuesto, contar con un numeroso equipo de aguerridos valientes. Cuando dos o más grupos de "ladrones" se proponen el robo, el desenlace puede demorarse por decenas de minutos, hasta los tres cuartos de hora, 45 minutos de feroz y tensa pugna por llevarse la cruz que simboliza el Santo. Finalmente, casi más por desfallecimiento de los adversarios que por imposición hegemónica de los vencedores, cuando se consigue elevar y mostrar la cruz más allá de las cabezas de la muchedumbre se determina que el Santo se ha robado, entre gritos unísonos de ¡Viva San Sebastián! y vítores y felicitaciones para los "hermanos nuevos".

Para quienes no hayan tenido la oportunidad de verlo  o para los que no pudieron asistir este año os dejo una pequeña crónica visual a modo de serie fotográfica de los momentos más álgidos.

Primeras pugnas y devotos intentado tocar el Santo
La "marea" toma vida propia y se desplaza imprevisible por la plaza de la iglesia

Posicionamiento de los "ladrones" con intención del robo

A los pocos minutos aparecen las primeras muestras de extenuación  
A la fatiga física se une el dolor y daño impuesto por los contendientes
Acciones a la desesperada por evitar el robo de quien no lo merece



La batalla continúa tras quince minutos de férrea y dura pelea

Algo curioso fue ver como reverberaba vapor del mismo epicentro de la lucha

Momentos finales del robo, tras 20 minutos la flaqueza de los adversarios permite los primeros descubrimientos de la cruz
Jesus Torres Pérez fue quien finalmente elevó al cielo el anhelado santo 

A hombros y no de otra manera es aclamado el ferviente ganador




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